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La nueva generación de padres

Carolina Medina y Jonatan Quintero

Carolina y Jonatan se convirtieron en padres hace poco más de un año con la llegada de su hija Olivera.

La crianza que recibió Jonatan fue fundamental para este momento de su vida. ‘‘Si bien la crianza de mis padres en algún momento se tornó violenta por cosas que son insignificantes cómo sacar una mala nota, romper un adorno o decir alguna cosa. Yo he aprovechado todo el cariño y el amor que me han dado para inculcarle lo mismo a Oli’’, comenta.

También explica que sus padres fueron muy responsables. En su hogar, los roles familiares fueron diferentes, contrario al machismo que existe en la cultura. ‘‘Mi padre fue quien nos crió, él se quedó en casa cocinando, lavando, transportándonos. Mientras que mi madre fue la proveedora de la parte económica’’. Tanto Carolina como Jonatan, aportan económicamente y realizan las tareas del hogar. Él cree que esto es importante porque no posee varios de los sesgos machistas que ha observado en otras parejas.

La parentalidad positiva le ha permitido ver a su hija cómo alguien independiente y muy frágil en esta etapa de su vida. Jonatan quiere potenciar cualquier habilidad que Oli desarrolle en un futuro. ‘‘La veo cómo cualquier cosa que ella quiera ser. Tiene un potencial inmenso y yo sé que le voy a guiar. Siempre contará con el apoyo de sus padres, indistintamente de lo que ella quiera hacer. Jamás va a haber prejuicios, pero sí le vamos a mostrar las consecuencias de lo bueno y lo malo’’.

Patricia Medina

Patricia Medina es madre de dos hijos. Julio, de 9 años, y Hugo, de 9 meses.

Equilibrar la crianza con el mundo laboral es una tarea muy complicada. A la vez que se intenta brindar un sustento económico, es muy importante estar presente en la vida de los hijos. Patricia indica que con su primogénito, Julio, trabajaba más de 8 horas diarias, de lunes a viernes.

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‘‘Cómo yo soy médico, traté de buscar un trabajo que me permita dormir en casa. Dejé las especialidades que incluían hospitalización. Modifiqué mi carrera profesional por mi hijo, pero, aun así, él se quedaba a cargo de alguien más durante esas horas y yo lo veía muy poco. Todo eso fue muy difícil porque había momentos de mucha tensión y estrés, hasta que nació Huguito’’.

A partir del nacimiento de su segundo hijo, Patricia y su marido decidieron escoger un trabajo que le permitiera estar en casa. Hoy en día no está trabajando presencialmente y puede dedicarse a cuidar a Hugo. ‘‘Creo que una mujer se adapta a las circunstancias. Cuando tengo que hacer actividades de cocina o la limpieza cargo a mi hijo en la espalda, desde que era muy bebé hacía mucho porteo’’. 

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El apoyo de su familia también ha sido muy importante. Todos son responsables con las actividades que tienen que hacer para mantener la casa en orden. Patricia les propone a todas las nuevas madres no tenerle miedo a esta experiencia. ‘‘Llevémoslo con mucho amor y hablemos en familia para organizar cómo va a ser esta nueva etapa’’.

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También expresa que sería imperdonable no poder educarse sobre los nuevos estilos de crianza, para estar a la vanguardia con lo que menciona la evidencia. ‘‘No sigamos con el tradicionalismo que hemos venido arrastrando e intentemos crear mejores seres humanos’’.

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